Y los habitantes de Jerusalén hicieron rey a su hijo menor Ahaziah en su lugar; porque el grupo de hombres que vino con los árabes al campamento había asesinado a todos los mayores. Así que Ahaziah, hijo de Jehoram, rey de Judá, reinó.
Ahaziah tenía cuarenta y dos años cuando comenzó a reinar; y reinó un año en Jerusalén: y el nombre de su madre era Athaliah, hija de Omri.
Él también caminó en los caminos de la casa de Ahab; porque su madre fue su consejera para hacer maldad.
E hizo lo que era malo ante los ojos de Jehová, como hizo la casa de Ahab; porque ellos eran sus consejeros después de la muerte de su padre, para su destrucción.
También siguió sus consejos, y fue con Jehoram, el hijo de Ahab rey de Israel, a la guerra contra Hazael, rey de Siria, en Ramoth-gilead: y los sirios hirieron a Joram.
Y regresó para ser curado en Jezreel de las heridas que le habían dado en Ramah, cuando luchó contra Hazael, rey de Siria. Y Azariah, hijo de Jehoram, rey de Judá, bajó a ver a Jehoram, hijo de Ahab en Jezreel, porque estaba enfermo.
Ahora, la destrucción de Ahaziah fue obra de Dios, en que se unió a Joram: porque cuando llegó, salió con Joram contra Jehu, hijo de Nimshi, a quien Jehová había ungido para acabar con la casa de Ahab.
Y sucedió que, cuando Jehu estaba ejecutando juicio sobre la casa de Ahab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ahaziah, que le servían a Ahaziah, y los mató.
Buscó a Ahaziah, y lo atraparon (ahora él se estaba escondiendo en Samaria), y lo llevaron a Jehu, y lo mataron; y lo enterraron, porque dijeron, Él es el hijo de Jehoshaphat, que buscó a Jehová con todo su corazón. Y la casa de Ahaziah no tuvo poder para retener el reino.
Cuando Athaliah, la madre de Ahaziah, vio que su hijo había muerto, se levantó y destruyó toda la descendencia real de la casa de Judá.
Pero Jehoshabeath, la hija del rey, tomó a Joash, el hijo de Ahaziah, y lo robó de entre los hijos del rey que habían sido asesinados, y lo puso a él y a su enfermera en la cámara de cama. Así Jehoshabeath, la hija del rey Jehoram, la esposa de Jehoiada el sacerdote (porque ella era la hermana de Ahaziah), lo escondió de Athaliah, de modo que ella no lo hiriera.
Y él estuvo con ellos escondido en la casa de Dios durante seis años: y Athaliah reinó sobre la tierra.