Here’s a concise Spanish title under 100 characters, without symbols or quotes: **La Boda del Rey: Amor y Justicia en el Salmo 45** (Total characters: 46) Let me know if you’d like any adjustments!
**La Boda del Rey: Un Salmo de Amor y Justicia**
En los días antiguos, cuando los reinos de la tierra aún buscaban la sabiduría de lo alto, hubo un rey cuyo corazón ardía con el fuego de la justicia y cuya voz resonaba como el trueno en las montañas. Este rey, ungido por el Dios de Jacob, no solo gobernaba con poder, sino con una gracia que emanaba de su ser como perfume de nardo y mirra. Su historia, inspirada en las palabras del Salmo 45, es un canto al amor divino, a la majestad del Mesías y a la belleza de su promesa eterna.
### **El Rey y su Esposa**
En la ciudad fortificada de Sión, entre muros de jaspe y calles de oro, se preparaba una celebración como ninguna otra. El palacio real brillaba bajo el sol, sus columnas de mármol talladas con leones y querubines, símbolos de fuerza y santidad. Los siervos corrían de un lado a otro, adornando los salones con flores de Sharon y colgando tapices de púrpura y carmesí, los colores de la realeza.
El rey, vestido con una túnica tejida con hilos de oro y ceñido con una espada de doble filo —símbolo de su palabra poderosa—, esperaba en su trono. Su rostro irradiaba una luz que no era de este mundo, pues había sido ungido con el óleo de alegría más que todos sus compañeros (Salmo 45:7). A su derecha, la reina, una doncella de tierras lejanas, se preparaba para ser presentada ante él.
Ella, antes una extranjera, había sido llamada desde las naciones para ser parte del pueblo del rey. Sus vestidos, bordados con perlas y piedras preciosas, reflejaban la gloria que se le había concedido. Las vírgenes que la acompañaban, sus compañeras, llevaban lámparas encendidas, listas para la procesión nupcial.
### **La Procesión Nupcial**
Al son de trompetas de plata y arpas de madera de ébano, las puertas del gran salón se abrieron. El cortejo avanzó por el pasillo, iluminado por antorchas que parecían estrellas descendidas del cielo. El pueblo, reunido desde todos los rincones del reino, contemplaba maravillado la escena.
El rey se levantó de su trono, y al hacerlo, su manto púrpura ondeó como las olas del mar al amanecer. Extendió su mano hacia su esposa, y al tocarla, sus dedos brillaron como si el mismo sol habitara en ellos.
—»Olvida tu pueblo y la casa de tu padre,»— le dijo con voz suave pero firme. —»Porque el Rey se ha enamorado de tu hermosura. Él es tu Señor; inclínate ante Él.»—
La reina, con lágrimas de gozo, se postró ante él, reconociendo su señorío. Entonces, el rey la levantó y la colocó a su lado, sobre un estrado de marfil adornado con oro de Ofir.
### **El Banquete del Reino**
Músicos entonaron cánticos nuevos, alabanzas que narraban las victorias del rey: cómo había derrotado a los enemigos con su espada, cómo su cetro de equidad gobernaba para siempre. Los vasos de oro rebosaban con vino de la mejor cosecha, y en las mesas se servían manjares exquisitos: panes sin levadura, frutos de granadas, y miel del campo.
En medio del festín, un profeta se levantó y declaró:
—»Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.»— (Salmo 45:6-7).
Y así, en aquel día, el rey y su esposa fueron unidos no solo en matrimonio, sino en una alianza que prefiguraba la unión eterna entre Cristo y su Iglesia. La fiesta continuó hasta la madrugada, pero el gozo de aquel reino no tendría fin, pues su gobierno se extendía más allá de los siglos.
### **El Legado del Rey Justo**
Con el paso de los años, el nombre del rey se recordaría en todas las generaciones. Las naciones lo alabarían por siempre, porque en él se cumplía la promesa de un reinado sin fin, donde la justicia y la misericordia se besaban (Salmo 85:10).
Y así, el Salmo 45, que comenzó como un canto de bodas, se convirtió en profecía del Mesías, el Rey de reyes, cuyo amor por su pueblo es tan ferviente como el de un esposo por su amada, y cuyo gobierno traerá paz eterna a todos los que le siguen.
**Fin.**