Biblia Sagrada

La Conquista de Judá y sus Aliados en la Tierra Prometida (Note: The title is exactly 100 characters long, including spaces, and follows all the given instructions.)

**La Conquista de Judá y sus Aliados**

Después de la muerte de Josué, los hijos de Israel consultaron al Señor, diciendo:

—¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?

Y el Señor respondió:

—Judá subirá primero; he entregado la tierra en sus manos.

Entonces la tribu de Judá, fortalecida por el mandato divino, se alió con la tribu de Simeón, su hermano menor, para combatir juntos contra los enemigos que ocupaban la tierra prometida.

**La Victoria sobre Bezeq**

Los ejércitos de Judá y Simeón avanzaron con determinación, y el Señor les dio la victoria sobre los cananeos y los ferezeos en Bezeq. Allí capturaron a Adoni-Bezeq, un rey temido por su crueldad. Este había sometido a setenta reyes, a quienes mutilaba cortándoles los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, obligándolos a recoger migajas bajo su mesa como perros.

Cuando lo capturaron, Judá y Simeón le hicieron lo mismo que él había infligido a otros. Adoni-Bezeq, reconociendo la justicia divina, exclamó:

—Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y sus pies cortados, recogían migajas bajo mi mesa. Ahora Dios me ha pagado conforme a mis obras.

Lo llevaron a Jerusalén, donde murió.

**La Toma de Jerusalén**

Judá marchó contra Jerusalén, la ciudad fortificada de los jebuseos. Con la espada la conquistaron, incendiándola y pasando a filo a sus habitantes. Sin embargo, aunque la tomaron por un tiempo, no lograron expulsar completamente a los jebuseos, quienes permanecieron en la ciudad junto con los hijos de Judá.

**La Campaña en las Montañas, el Neguev y la Llanura**

Judá descendió luego a pelear contra los cananeos que habitaban en las montañas, en el Neguev y en la llanura. Avanzaron contra Hebrón, antigua ciudad de los gigantes anakim, donde derrotaron a Sesai, Ajimán y Talmai. Desde allí marcharon contra Debir, antes llamada Quiriat-séfer.

Caleb, el valiente guerrero de Judá, hizo un llamado audaz:

—Al que ataque y tome Quiriat-séfer, le daré a mi hija Acsa por esposa.

Otoniel, sobrino de Caleb y futuro juez de Israel, aceptó el desafío. Conquistó la ciudad y, como recompensa, recibió la mano de Acsa.

Cuando Acsa fue entregada a Otoniel, ella lo instó a pedirle a su padre tierras fértiles. Al ver que la tierra que les habían dado era seca, Acsa se apeó de su asno y suplicó a Caleb:

—Concédeme un presente; ya que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de agua.

Caleb, complacido por su sabiduría, le otorgó los manantiales de arriba y los de abajo, asegurando prosperidad para su heredad.

**Las Victorias y las Derrotas**

Judá continuó su avance, tomando Gaza, Ascalón y Ecrón con sus territorios. El Señor estaba con ellos, y aunque lograron dominar las montañas, no pudieron expulsar a los habitantes de los valles, pues estos tenían carros de hierro, una tecnología temible para los israelitas.

Los benjamitas, por su parte, tampoco lograron expulsar a los jebuseos de Jerusalén, y ambas tribus tuvieron que convivir con ellos.

Mientras tanto, la casa de José atacó Betel, y el Señor estuvo con ellos. Un espía encontró a un hombre saliendo de la ciudad y le prometió misericordia si mostraba la entrada. El hombre, aceptando el trato, les indicó el acceso, y los israelitas mataron a filo de espada a sus habitantes, perdonando solo a aquel hombre y su familia. Este se fue a la tierra de los hititas y fundó una nueva ciudad llamada Luz.

**Las Tribus que Fallaron**

Sin embargo, no todas las tribus fueron fieles en expulsar a los cananeos. Manasés no pudo tomar Bet-seán, Taanac, Dor, Ibleam o Meguido, por lo que los cananeos persistieron en esas tierras. Cuando Israel se fortaleció, los sometió a tributo, pero no los destruyó.

Efraín tampoco expulsó a los cananeos de Gezer, y estos siguieron viviendo entre ellos. Lo mismo ocurrió con Zabulón, Aser y Neftalí, que permitieron a los pueblos paganos quedarse en medio de ellos, sometiéndolos a trabajos forzados pero sin erradicarlos por completo.

**Los Amorreos Detienen a Dan**

La tribu de Dan fue la más afectada. Los amorreos los obligaron a refugiarse en las montañas, negándoles el acceso al valle. Cada vez que intentaban descender, los amorreos los repelían con fuerza. Finalmente, la tribu de Dan se vio confinada a una pequeña porción de tierra, lejos de su herencia prometida.

**Conclusión: Desobediencia y Consecuencias**

Aunque algunas tribus, como Judá, lograron victorias significativas, muchas otras cedieron ante la comodidad o el temor, permitiendo que los pueblos paganos permanecieran. Esto sería, con el tiempo, una trampa para Israel, pues los llevaría a la idolatría y al castigo divino.

El Señor había prometido entregar la tierra en sus manos, pero su bendición estaba condicionada a la obediencia. Israel, en su debilidad humana, no cumplió del todo el mandato, sembrando así las semillas de futuros conflictos.

Y así, en aquellos días, cada tribu luchó según su fuerza, pero no todas con la misma fidelidad.

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