Biblia Sagrada

Here’s a concise Spanish title within 100 characters, without symbols or quotes: **La Alegoría de Ohola y Oholiba en Ezequiel** (Alternative, shorter option if preferred: **La Infidelidad de Ohola y Oholiba**) Both stay within the limit while preserving the core theme. Let me know if you’d like further adjustments!

**La Alegoría de las Hermanas Adúlteras: Ohola y Oholibá**

En los días en que el pueblo de Israel y Judá se habían corrompido ante los ojos de Dios, el Señor dirigió su palabra al profeta Ezequiel, diciéndole:

—Hijo de hombre, había dos mujeres, hijas de una misma madre. Vivían en Egipto en su juventud, donde se entregaron a la impureza desde temprana edad. Sus pechos fueron acariciados y su virginidad deshonrada. La mayor se llamaba Oholá, que representa a Samaria, capital de Israel, y la menor, Oholibá, que representa a Jerusalén, capital de Judá. Ambas fueron mías, pero se entregaron a la infidelidad.

### **La Infidelidad de Oholá (Israel)**

Oholá se prostituyó en su juventud, enamorándose de los guerreros asirios, hombres vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, todos jóvenes y apuestos, jinetes expertos montados en corceles. Se entregó a ellos, manchándose con los ídolos de Asiria. Aun siendo mi esposa, derramó su pasión por ellos, buscando su protección y favores en lugar de confiar en mí.

Pero su pecado no quedó impune. Yo la entregué en manos de sus amantes, los asirios, quienes la desnudaron, tomaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Su castigo fue escarmiento para muchos, pero su hermana Oholibá no aprendió la lección.

### **La Mayor Infamia de Oholibá (Judá)**

Oholibá, aunque vio el destino de su hermana, se corrompió aún más. No solo repitió los pecados de Oholá, sino que los superó en perversidad. Se enamoró de los poderosos de Babilonia, de los caldeos, hombres esculpidos en frescos bermellón, ceñidos con cinturones bordados, de rostros nobles, semejantes a los hijos de Babilonia. Al verlos, su lujuria se encendió y les envió mensajeros para que vinieran a ella.

Los babilonios llegaron, y se entregó a ellos con pasión desenfrenada. Pero su corazón no se sació. También buscó el favor de los egipcios, hombres de miembros poderosos como asnos y emisión de semen como caballos. Revivió los pecados de su juventud en Egipto, donde su desnudez fue expuesta y su vergüenza revelada.

### **El Juicio de Dios Contra Oholibá**

Por tanto, así dice el Señor:

—Porque te has olvidado de mí y me has arrojado tras tus espaldas, soportarás la consecuencia de tu lujuria y tus abominaciones. He aquí que yo incitaré a tus amantes contra ti, a aquellos de los que te hastiaste, y los traeré contra ti desde todos los rincones: los babilonios, los caldeos, los de Pecod, los de Soa y los de Coa, todos los asirios con ellos, jóvenes deseables, gobernadores y oficiales, nobles y hombres de guerra, todos montados a caballo. Vendrán contra ti con carros, ruedas y multitudes de pueblos. Te rodearán con escudos, yelmos y lanzas.

Ellos te juzgarán según sus leyes: te cortarán la nariz y las orejas, y lo que quede de ti caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y lo que quede de ti será consumido por el fuego. Te despojarán de tus vestidos y tus joyas, poniendo fin a tu libertinaje.

Así haré cesar la inmoralidad en la tierra, para que todas las mujeres aprendan y no cometan infamias como las vuestras.

### **El Cumplimiento de la Profecía**

Y sucedió como el Señor lo había dicho. Jerusalén, representada por Oholibá, cayó bajo el poder de Babilonia. Sus muros fueron derribados, su templo quemado, y sus habitantes llevados al exilio. Los nobles de Judá fueron ejecutados, y los sobrevivientes, dispersados entre las naciones.

Así quedó manifiesta la justicia de Dios, quien no tolera la idolatría ni el pecado persistente. Pero en su misericordia, prometió que no los abandonaría para siempre. Aunque el castigo fue severo, la restauración vendría después, cuando el pueblo volviera su corazón al único Dios verdadero.

Y Ezequiel, habiendo declarado la palabra del Señor, quedó en silencio, sabiendo que el Altísimo es justo en sus juicios y fiel en sus promesas.

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