Biblia Sagrada

Here are a few title options within the 100-character limit: 1. **El Constructor Sabio y el Fundamento Eterno en Corinto** 2. **Pablo enseña sobre el verdadero fundamento en Cristo** 3. **La sabiduría de Dios frente a las divisiones en Corinto** 4. **El templo de Dios y el fundamento en Jesucristo** 5. **Pablo corrige a los corintios sobre la verdadera iglesia** Let me know if you’d like any refinements!

**El Constructor Sabio y el Fundamento Eterno**

En la bulliciosa ciudad de Corinto, donde el mármol de los templos paganos brillaba bajo el sol mediterráneo y el puerto rebosaba de mercaderes de toda nación, la joven iglesia enfrentaba una prueba invisible pero profunda. Las divisiones habían comenzado a surgir entre los creyentes. Unos decían: *»Yo soy de Pablo»*, otros: *»Yo soy de Apolos»*, olvidando que su verdadera identidad estaba en Cristo.

Fue en este contexto que el apóstol Pablo, con el corazón afligido pero lleno del amor de Dios, les escribió una carta que resonaría a través de los siglos.

**El Campo de Dios**

*»Hermanos, no pude hablarles como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo»*, comenzó Pablo. Con palabras firmes pero llenas de ternura, les recordó que su crecimiento espiritual se había estancado. Los celos y las contiendas entre ellos revelaban que aún vivían según la carne, no según el Espíritu.

Pablo se describió a sí mismo y a Apolos como *»servidores por medio de los cuales creyeron»*. Con una metáfora vívida, comparó la iglesia con un campo fértil: *»Yo planté, Apolos regó, pero Dios es el que da el crecimiento»*. Las manos humanas trabajaban, pero la vida provenía solo del Señor.

**El Templo del Espíritu**

Luego, cambiando la imagen, Pablo les habló de la iglesia como un edificio. *»Como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica encima»*. El fundamento era Jesucristo, la piedra angular probada y segura. Sobre este cimiento, cada creyente construía con materiales que serían probados por el fuego.

Algunos usaban *oro, plata y piedras preciosas*—obras de fe, amor y verdad—, mientras que otros amontonaban *madera, heno y hojarasca*—vanas disputas, sabiduría mundana y obras sin eternidad—. El día del juicio revelaría la calidad de cada obra. Aquel cuya construcción resistiera recibiría recompensa; el que edificara con materiales débiles vería su obra consumirse, aunque él mismo se salvaría *»como por fuego»*.

**Advertencia Solemne**

Pablo elevó entonces una advertencia solemne: *»¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?»*. La iglesia no era un simple grupo social; era el santuario del Altísimo. Si alguien destruía este templo, Dios lo destruiría a él.

Concluyó con una exhortación que resonó como un eco de la sabiduría divina: *»Nadie se engañe a sí mismo»*. Si alguno se creía sabio según el mundo, debía volverse *»necio»* para llegar a ser verdaderamente sabio. Porque la sabiduría de este mundo es vanidad ante Dios, quien conoce los pensamientos de los hombres y los juzga con justicia.

**El Legado de la Sabiduría Divina**

Así, la carta de Pablo no solo corrigió a los corintios, sino que dejó un legado eterno: la iglesia no es de hombres, sino de Cristo. Los siervos son instrumentos, pero la gloria es solo de Aquel que hace crecer la semilla.

Y mientras el sol se ponía sobre Corinto, algunos corazones comenzaron a arrepentirse, recordando que no había otro fundamento sino Jesús. Y sobre esa roca, la verdadera iglesia seguiría edificándose, hasta el fin de los tiempos.

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