Entonces se acercaron las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Gilead, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José. Estos son los nombres de sus hijas: Mahlá, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
Ellas se presentaron ante Moisés, ante Eleazar el sacerdote, ante los príncipes y ante toda la congregación, en la entrada de la tienda de reunión, diciendo:
«Nuestro padre murió en el desierto, y no estaba en medio de la compañía de los que se congregaron contra Jehová en la compañía de Coré; sino que murió por su propio pecado, y no tuvo hijos. ¿Por qué se ha de quitar el nombre de nuestro padre de entre su familia, porque no tenía un hijo? Dános una posesión entre los hermanos de nuestro padre.»
Moisés llevó su causa ante Jehová. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: «Las hijas de Zelofehad hablan bien; sin duda les darás una posesión de herencia entre los hermanos de su padre; y harás pasar a ellas la herencia de su padre. Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Si un hombre muere, y no tiene hijo, entonces harás pasar su herencia a su hija.»
«Y si no tiene hija, darás su herencia a sus hermanos. Y si no tiene hermanos, darás su herencia a los hermanos de su padre. Y si su padre no tiene hermanos, darás su herencia al pariente más cercano de su familia, y él la poseerá: y será para los hijos de Israel un estatuto y una ordenanza, como Jehová ordenó a Moisés.»
Y Jehová dijo a Moisés: «Sube a este monte de Abarim, y ve la tierra que he dado a los hijos de Israel. Y cuando la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue recogido Aarón tu hermano; porque te rebelaste contra mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas a sus ojos. (Estas son las aguas de Meriba de Cades en el desierto de Zin.)»
Y Moisés habló a Jehová, diciendo: «Que Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, designe un hombre sobre la congregación, que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y que los introduzca; y que la congregación de Jehová no sea como ovejas que no tienen pastor.»
Y Jehová dijo a Moisés: «Toma a Josué hijo de Nun, en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él, y preséntalo ante Eleazar el sacerdote, y ante toda la congregación; y dale el encargo a sus ojos. Y pondrás parte de tu dignidad sobre él, para que obedezca toda la congregación de los hijos de Israel. Y él se presentará ante Eleazar el sacerdote, que inquirirá para él con el juicio del Urim delante de Jehová: a su palabra saldrán, y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.»
Y Moisés hizo como Jehová le mandó: y tomó a Josué, y lo puso delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación: y le impuso las manos, y le dio el encargo, como Jehová había hablado por medio de Moisés.
