[Shiggaion de David, que cantó a Jehová, concerniente a las palabras de Cush, un benjaminita]. Oh Jehová, mi Dios, en ti busco refugio: Sálvame de todos los que me persiguen y líbrame,
para que no despedacen mi alma como un león, desgarrándola en pedazos, mientras no hay nadie que me salve.
Oh Jehová, mi Dios, si yo he hecho esto; Si hay iniquidad en mis manos;
Si he pagado con mal a aquel que estaba en paz conmigo; (Sí, he liberado a aquel que sin causa era mi adversario;)
Deja que el enemigo persiga mi alma y la alcance; Sí, deja que pise mi vida hasta la tierra, y ponga mi gloria en el polvo. {{Selah
Levántate, oh Jehová, en tu ira; Levántate contra la furia de mis adversarios, y despierta para mí; tú has ordenado juicio.
Y deja que la congregación de los pueblos te rodee; Y sobre ellos retorna en lo alto.
Jehová juzga a los pueblos: Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia y a mi integridad que está en mí.
¡Que termine la maldad de los malvados, pero establece tú a los justos: Porque el Dios justo prueba las mentes y los corazones.
Mi escudo está con Dios, quien salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo, sí, un Dios que tiene indignación todos los días.
Si un hombre no se arrepiente, él afilará su espada; ha tensado su arco, y lo ha preparado.
También ha preparado para él instrumentos de muerte; hace sus flechas flechas de fuego.
Mira, está preñado de iniquidad; Sí, ha concebido la maldad y ha engendrado la falsedad.
Ha excavado una fosa y la ha cavado, y ha caído en el agujero que él hizo.
Su maldad le será devuelta en su propia cabeza, y su violencia caerá sobre su propio cráneo.
Daré gracias a Jehová conforme a su justicia, y cantaré alabanzas al nombre del Jehová Altísimo.